En un episodio digno de película, elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano protagonizaron una de las mayores incautaciones de drogas en lo que va de 2025: más de una tonelada de presunta metanfetamina y alrededor de 15 kilos de posible fentanilo quedaron decomisados en Sonora, mientras que dos personas fueron detenidas por su presunta participación en el traslado del cargamento ilícito.
La acción formó parte de la estrategia federal “Operación Frontera Norte”, que desde su arrancada el 5 de febrero ha intensificado sus operativos en el norte del país con el fin de frenar el paso de sustancias sintéticas y armamento hacia Estados Unidos y entre estados.
El hallazgo ocurrió en la carretera Hermosillo-Santa Ana, dentro del municipio de San Luis Río Colorado, donde los agentes desplegados realizaban inspecciones aleatorias de unidades. Usando un escáner no intrusivo, detectaron algo raro en un tractocamión con caja seca: el equipo registró “inconsistencias” que llevaron a una revisión manual profunda.
Al abrir la sección de carga, aparecieron cajas de cartón con 1,186 bolsas con sustancia tipo metanfetamina, con un peso aproximado de mil kilogramos, y 15 bolsas con posible fentanilo, que sumaban alrededor de 15 kilos. Los presuntos responsables —el conductor del tractocamión y su acompañante— fueron asegurados en el acto.
Tras la detención, los implicados escucharon la lectura de sus derechos, quedaron inscritos en el Registro Nacional de Detenciones y el camión junto con la droga incautada fueron puestos a disposición de la Agencia del Ministerio Público Federal, donde se definirá su situación legal.
Este decomiso no solo representa un golpe mayúsculo al narcotráfico en la región, sino que se suma al acumulado de resultados que “Frontera Norte” ha reportado hasta ahora: al corte del 25 de septiembre, suman ya 7,587 personas detenidas, 5,845 armas aseguradas, más de 1,024,901 cartuchos, y 99,484.2 kilogramos de drogas incautadas.
En Sonora, el valor en el mercado negro de esta operación se estima en más de 300 millones de pesos, según reportes locales.
Este episodio evidencia la relevancia estratégica de Sonora —y en particular de municipios como San Luis Río Colorado y Santa Ana— como corredor clave para el traslado de drogas hacia la frontera con Estados Unidos. Santa Ana, por ejemplo, es conocida como “la llave del desierto” por su ubicación en rutas federales importantes como la carretera 2 (frontera norte) y la 15 (vía hacia Nogales).
Aunque el operativo arroja cifras contundentes, también plantea retos: cómo evitar que nuevas rutas clandestinas suplan a las descubiertas, cómo desarticular las redes detrás del transporte multimillonario, y cómo garantizar que las detenciones prosperen en procesos judiciales sólidos.
El mensaje de las autoridades es claro: no habrá tregua en la vigilancia fronteriza. Pero los grupos criminales, con su capacidad de adaptación, también continúan su juego. Esta incautación ha sido monumental, pero el camino para quebrar las estructuras de tráfico en México apenas comienza.